Este artículo fue
publicado el 12 de agosto de 2019 por
Gestiopolis
Este artículo fue
publicado por G Guillermo Mendoza Velez en
Gestiopolis
G Guillermo Mendoza Velez
En las últimas décadas, ha habido un “boom” acerca
de la autoestima, lo importante que es para la
felicidad personal y la satisfacción. Y es verdad,
para tener ese estado de satisfacción y plenitud, es
necesario el amor propio, quererse a sí mismo(a).
Además, una de las frases cliché más usadas es que
para amar a otros es necesario amarse a sí mismos.
Todo esto puede tener algo de cierto. Pero cuando
vemos más a fondo el concepto de autoestima, no
podemos menos que concluir que es una apreciación
muy subjetiva. No habrá dos personas que definan el
amor de la misma manera. Por eso, es mucho más
práctico hablar de autoconcepto, lo que opinamos
sobre nosotros mismos, más que el amor propio.
Cuando hablo de la autoestima como un constructo me
refiero no solo a la obvia subjetividad del
concepto, sino también a que muy pocas cosas podemos
decir de nosotros que sean totalmente objetivas. Yo
diría que solo dos cosas: que somos Homo sapiens, y
el sexo biológico, masculino o femenino (y a veces
ni esto, en algunas condiciones cromosómicas).
Todo lo demás que pensamos de nosotros mismos, ha
sido construido con el curso de la vida. Depende
mucho de lo que opinaban los padres, maestros y
compañeros, lo que nos decían ellos, las
experiencias tempranas de la infancia y
adolescencia, o incluso la percepción que teníamos
sobre estas cosas. También van influyendo todas las
experiencias de la adultez, los rasgos de
personalidad, los éxitos y fracasos, entre cientos
de cosas más.
En tiempos remotos de la historia de la humanidad,
nadie prestaba atención a si se quería a sí mismo o
no, nadie hablaba de autoestima. Y en la actualidad,
esto depende del autoconcepto construido, y de lo
que pensemos que es el amor. También depende de
nuestros paradigmas sobre lo que es el valor de una
persona, la función de la humanidad y hasta de
conceptos religiosos.
Como ves, la autoestima y el autoconcepto son
elementos construidos, no son objetivos por sí
mismos.
Todo lo que pienses de ti, es construido. Si te amas
o no, fue algo que elaboraste en el curso de tu
vida. Por eso, si hay alguna deficiencia en tu
autoestima o autoconcepto, se puede cambiar, ya que
lo que sea que creas de ti, es algo creado, no es la
realidad absoluta.
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