El artista es
recordado este 4 de febrero, a 121 años de su
natalicio, como uno de los principales
exponentes de la fotografía de vanguardia
· El Inbal exhibe una muestra conmemorativa en
el Museo de Arte Moderno con 29 obras de
distintas épocas y temáticas
Manuel Álvarez Bravo es recordado por el
Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura,
instancia de la Secretaría de Cultura del
Gobierno de México, a 121 años de su natalicio,
como uno de los principales exponentes de la
fotografía del siglo XX a nivel internacional.
Testimonios únicos de su valioso legado se
pueden apreciar actualmente en el Museo de Arte
Moderno, donde en octubre del año pasado se
abrió una exposición conmemorativa en el marco
del 120 aniversario de su nacimiento.
Nacido el 4 de febrero de 1902 en la Ciudad de
México, cuyo padre era maestro y su abuelo
pintor, Álvarez Bravo heredó una vocación
artística que lo encaminó por el mundo de la
fotografía. Los procedimientos y técnicas
fotográficas fueron aprendidas de manera
autodidacta, a partir de lo que veía y aprendía
en revistas especializadas.
Su contacto con figuras como Hugo Brehme y
Edward Weston influyeron de manera decisiva en
su manera de mirar y capturar los ambientes y
personajes que lo rodeaban.
Álvarez Bravo forjó una larga trayectoria que
abarca desde finales de la década de 1920 a la
de los noventa. Durante este periodo exploró el
pictorialismo, influido por sus estudios de
pintura en la Academia de San Carlos, así como
las estéticas modernas, como el cubismo, el
surrealismo y la abstracción.
En 1925 se casó con la fotógrafa Lola Álvarez
Bravo e inició su carrera como creador
independiente. Al poco tiempo conoció a la
italiana Tina Modotti, quien al ser deportada de
México le dejó su trabajo en la revista Mexican
Folkways, en la cual Álvarez Bravo fotografió a
los más destacados muralistas y conoció diversos
escenarios y lugares del país, desarrollando una
fotografía documental de gran valor artístico y
social.
Vinculado al cine, uno de sus principales
trabajos fue con el director ruso Sergei
Eisenstein, con quien participó en varias de sus
películas, entre ellas la célebre ¡Que viva
México!
Los diversos rostros del país fueron capturados
por la lente de Manuel Álvarez Bravo con un
sentido humanista. Su obra fue merecedora de
diversos reconocimientos, como el Premio de Arte
Sourasky en 1974, el Premio Nacional de Arte en
1975, la Condecoración Oficial de la Orden de
Artes y Letras en Francia en 1981, el Premio
Víctor Hasselblad en 1984, el grado de Master of
Photography del Internacional Center of
Photography de Nueva York en 1987 y la
distinción como creador emérito del Sistema
Nacional de Creadores de Arte.
Presentó más de 150 exposiciones individuales y
participó en más de 200 colectivas. Fue maestro
en la Academia de San Carlos y en el Centro
Universitario de Estudios Cinematográficos.
Exposición en el MAM: Álvarez Bravo. Vanguardia
fotográfica
A manera de homenaje, una sala del Museo de Arte
Moderno lleva su nombre. Este mismo recinto del
Inbal presenta actualmente la exposición Manuel
Álvarez Bravo. Vanguardia fotográfica, abierta
desde octubre del año pasado en el marco del 120
aniversario del nacimiento del fotógrafo
mexicano, la cual se mantendrá en exhibición
hasta el 28 de febrero de 2023.
La exposición está integrada por 29 obras
correspondientes a distintas épocas, temáticas y
géneros abarcados a lo largo de su carrera, como
serían lo documental, el surrealismo y su faceta
cinematográfica. Dichas piezas corresponden, por
una parte, a la colección del museo y, por otra,
a la Asociación Álvarez Bravo, a través del
Archivo Álvarez Bravo.
La muestra destaca tres aspectos centrales en su
producción: la aparición de un lenguaje propio
marcado por juegos referenciales con la imagen,
la ironía y el humor; la subversión de los
cánones en los géneros, tales como retrato,
paisaje y desnudo; y la exploración del medio
fotográfico en sí mismo. |