4 Febrero 2022
El cáncer es una de las principales causas de
muerte, su incidencia aumenta día tras día y su
atención refleja una gran desigualdad. En 2021
provocó diez millones de decesos. Los países de
renta baja y media registran un porcentaje
desproporcionado de afectación. Dos agencias de
la ONU ayudan a los gobiernos a proporcionar
cuidados médicos.
En 2021 el mundo registró 20 millones de
diagnósticos nuevos de cáncer y diez millones de
personas murieron a causa de la enfermedad,
cifras que seguirán aumentando en las próximas
décadas según previsiones de la Organización
Mundial de la Salud (OMS).
Al celebrar el Día Mundial contra el Cáncer este
viernes como cada 4 de febrero, la OMS lamentó
que se produzca tan alto número de fatalidades
por un padecimiento que se puede tratar en todos
sus tipos y que, en muchos casos es prevenible y
curable.
El cáncer afecta de manera desproporcionada a
los países de ingresos bajos y medios en
términos de casos y muertes. La OMS y el
Organismo Internacional de Energía Atómica
(OIEA) estiman que para 2040 más del 70% de los
fallecimientos ocurrirán en esas naciones.
Desigualdad de acceso a los tratamientos
La atención del cáncer, como la de tantas otras
enfermedades, refleja las desigualdades de
nuestro mundo, apuntaron los organismos
aludiendo a la brecha entre los países de renta
alta, que cuentan con tratamientos integrales en
más del 90% de los casos, y los de bajos
ingresos, donde esa tasa es del 15%.
De manera similar, la supervivencia de los niños
diagnosticados con cáncer es superior al 80 % en
los países de ingresos altos y menor al 30 % en
los países de ingresos bajos y medios.
En cuanto a la supervivencia del cáncer de mama
cinco años después del diagnóstico, supera el 80
% en la mayoría de los países de ingresos altos,
en comparación con el 66 % en India y sólo el 40
% en Sudáfrica, por ejemplo.
La OMS enfatizó también que un diagnóstico de
cáncer puede empujar a las familias a la
pobreza, particularmente en los países de bajos
ingresos, ya que sólo el 37% de ellos cubre los
tratamientos para el cáncer dentro de su sistema
de sanidad pública. Esta situación se ha
exacerbado durante la pandemia de COVID-19.
Este año, la jornada mundial contra el cáncer
pugna por reducir esta inequidad de acceso al
diagnóstico y tratamiento de la enfermedad y
destaca las acciones que se han emprendido con
ese objetivo.
La OMS y el OIEA indicaron que no se han
implementado las intervenciones recomendadas
para prevenir el cáncer y otras enfermedades no
transmisibles y que su tratamiento sigue siendo
inaccesible en muchas partes del mundo.
La radioterapia es clave en el tratamiento
Las agencias de la ONU detallaron que cerca de
la mitad de las personas diagnosticadas con
cáncer puede requerir radioterapia como parte de
su atención - una proporción que aumenta en
países donde la enfermedad a menudo se detecta
tarde-, y subrayaron que muchos países no
cuentan con una sola máquina para dar el
tratamiento.
Esa disparidad es particularmente aguda en
África, donde casi el 70 % de los países
informaron que, en general, la radioterapia no
está disponible para sus poblaciones.
Recordaron que para abordar la carga del cáncer
se requiere un enfoque multisectorial y
multidisciplinario basado en la cobertura
sanitaria universal para la prevención,
detección temprana, diagnóstico, tratamiento y
paliación efectivos de la enfermedad.
Los organismos señalaron que en la actualidad se
llevan a cabo programas para llevar una atención
oncológica de calidad a países en los que, hasta
ahora, ha estado fuera del alcance de la
población.
Los esfuerzos de la OMS se centran en el cáncer
de mama, convertido en el más común; el cáncer
de cuello uterino, que se puede eliminar; y el
cáncer infantil. El enfoque de cada una de estas
iniciativas son los países de bajos y medianos
ingresos, donde se obtendrán los mayores
beneficios en materia de salud pública.
Estas iniciativas globales son posibles con la
participación de más de 200 socios, entre ellos
muchos bancos de desarrollo que han aumentado
significativamente sus inversiones en
investigación, prevención y atención del cáncer.
Además, el OIEA y la OMS ayudan a sus Estados
miembros a mejorar la planificación del control
del cáncer, garantizar la administración segura
del tratamiento a través de un servicio de
auditoría de dosis para lograr y a mantener una
dosimetría precisa para la radioterapia, entre
otra asistencia.
Hasta ahora, las agencias han apoyado con éxito
a más de 90 gobiernos a través de programas
contra el cáncer de cuello uterino, infantil y
de mama.
Para complementar estos esfuerzos, el OIEA lanzó
hoy la iniciativa “Rayos de esperanza”, que
busca cerrar la brecha mundial en la atención
del cáncer haciendo un frente a la grave escasez
de capacidad de atención en muchos países.
El enfoque inicial del proyecto está en África,
donde las personas a menudo mueren a causa del
padecimiento porque carecen de acceso a la
medicina nuclear y radioterapia que puede
salvarles la vida.
“Rayos de esperanza” creará una coalición de
socios y donantes de los gobiernos, el sector
privado y la comunidad internacional en general,
trabajando en estrecha colaboración también con
la OMS.
El OIEA subrayó que incluso las inversiones
relativamente pequeñas marcarán una diferencia
significativa en la capacidad de un país para
ofrecer una atención oncológica adecuada a su
población. Como ejemplo de esto, argumentó que
con 7,5 millones de dólares se puede establecer
y operar una unidad de radioterapia capaz de
tratar a 500 pacientes al año.
El Organismo explicó que la investigación y el
desarrollo serán una parte crucial de la
iniciativa, ya que producirán soluciones de
tratamiento más efectivas en el futuro.
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