Enfermedad
vascular cerebral, entre las 10 primeras causas
de muerte y segunda de discapacidad |
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La enfermedad vascular cerebral (EVC),
también conocida como ictus, se ubica entre las
10 primeras causas de muerte y la segunda de
discapacidad en el mundo, informó el secretario
de salud, Jorge Alcocer Varela.
En videomensaje durante la conferencia de prensa
por el Día Mundial del Ictus, que se conmemora
el 29 de octubre, dijo que se estima que en
México existen 118 casos por cada cien mil
habitantes, lo que representa 170 mil nuevos
pacientes al año, de los cuales 20 por ciento
puede fallecer en los primeros 30 días, y siete
de cada 10 quedarán con alguna discapacidad.
Aseguró que la enfermedad vascular cerebral se
puede tratar a tiempo y evitar secuelas; sin
embargo, la persona afectada debe ser trasladada
de inmediato al hospital para recibir atención
oportuna.
Durante su mensaje, que se transmitió en el
auditorio del Instituto Nacional de Neurología y
Neurocirugía (INNN) “Manuel Velasco Suárez”, el
secretario Alcocer Varela detalló que la EVC,
también llamada muerte neurológica, es resultado
de la obstrucción por una embolia proveniente
del corazón, oclusión de pequeños vasos en el
cerebro, ruptura, aterosclerosis o acumulación
de grasas y colesterol dentro de las arterias,
lo que reduce la circulación de sangre al
cerebro.
Señaló que el objetivo de la conmemoración de
este día es dar a conocer los factores de
riesgo, con especial énfasis en la prevención,
así como su identificación temprana y
tratamiento.
El director general del INNN, Antonio Arauz
Góngora, indicó que es la primera causa de
discapacidad en personas adultas; afecta a 44
por ciento de hombres y 56 por ciento de
mujeres; 67 por ciento de los casos de EVC
ocurre en quienes tienen entre 45 y 70 años.
En su ponencia “Generalidades e impacto de la
enfermedad vascular cerebral”, detalló que en el
mundo cada año ocurren 12.2 millones de algún
tipo EVC y una de cada cuatro personas mayores
de 25 años sufrirá un evento de este tipo que
podría prevenirse si se identifican los factores
de riesgo, de ahí que el lema en el INNN es “la
EVC es prevenible, tratable y modificable, una
intervención a tiempo salva vidas”.
El servidor público expuso que 80 por ciento de
casos es de tipo isquémica, que ocurre cuando
una arteria se tapa; el resto es por hemorragia
cerebral debido a diabetes, hipertensión,
tabaquismo, colesterol y triglicéridos elevados.
Arauz Góngora indicó que, en 2021, el instituto
a su cargo atendió 580 pacientes con EVC; 80 por
ciento fue por infarto cerebral y 13 por ciento
por hemorragias intercerebrales; el resto, por
otras causas.
Los factores de riesgo son hipertensión,
diabetes, tabaquismo y fibrilación auricular; 33
por ciento de los pacientes queda incapacitado
para caminar y la mitad es dependiente
funcional, aun cuando reciben tratamiento
óptimo, ya que el éxito de recuperación está
relacionado con el tiempo que tardó en recibir
atención.
Recientemente, la Organización Mundial del Ictus
(World Stroke Orgatization) certificó al INNN
como centro avanzado para el tratamiento de esta
enfermedad.
La subdirectora de Enseñanza en el INNN, Fabiola
Serrano Arias, apuntó que una vez instaurada la
enfermedad vascular cerebral, puede ser
tratable.
Existen diversas estrategias para la
identificación temprana de esta enfermedad. El
INNN utiliza la denominada Camaleón, para
informar a la población sobre los síntomas
comunes: CA se refiere a cara colgada; MA, mano
pesada o debilidad en un brazo, pierna o en
ambos, acompañada de alteraciones en la cara; LE
es lengua trabada o dificultad al hablar; y ÓN
se refiere a ponerse en acción.
Las personas, con EVC presentan dificultad para
articular el lenguaje –muchas de ellas refieren
de sí mismas que hablan como borrachitos o dicen
cosas incoherentes-.
Estos síntomas hacen evidente que es momento de
ponernos en acción, activar el sistema de alarma
para llegar con urgencia a un hospital, ya que
las primeras horas son determinantes para una
mejor recuperación o incluso, salvar la vida.
La especialista indicó que una de cada cinco
personas que sufre infarto cerebral fallece y
tres de cada cinco pueden quedar con secuelas,
algunas incapacitantes; de ahí la importancia de
llegar al hospital en los primeros 60 minutos
para la valoración clínica y estudios de imagen.
Detalló que la isquemia cerebral ocasiona
interrupción del suministro de sangre al tejido
cerebral; en consecuencia, sufre deficiencia en
el aporte de nutrientes al cerebro, lo que
conlleva a un infarto y muerte celular. El
tratamiento oportuno facilita la función
sanguínea, la persona se puede salvar y
recuperarse.
El coordinador de Apoyo a la Gestión en el INNN,
Alonso Gutiérrez Romero, explicó que la EVC es
prevenible en nueve de cada 10 personas que está
en riesgo de sufrir este evento, al identificar
los factores de riesgo, que se dividen en
modificables y no modificables.
Los modificables pueden ser atendidos con
monitoreo preventivo, medicamentos y hábitos de
vida saludable en personas que padecen
hipertensión arterial sistémica, diabetes
mellitus, fibrilación auricular, dislipidemia y
enfermedad renal, consumen tabaco, son
sedentarias y tienen dietas con índices
glucémicos altos.
Los factores no modificables son: ser del sexo
masculino, ya que tienen mayor riesgo,
susceptibilidad genética y tener más de 50 años
para el caso de las mujeres y más de 45 en
hombres.
El sobrepeso y la obesidad también están
asociados a EVC, sobre todo en México, donde
75.2 por ciento de la población presenta estos
padecimientos, que a su vez son desencadenantes
de la hipertensión y la diabetes.
“La hipertensión arterial sistémica es el
principal factor de riesgo para una enfermedad
vascular cerebral”, explicó Gutiérrez Romero, ya
que entre 30.9 y 49.9 por ciento de personas con
este padecimiento desarrollan una EVC.
Al dar su testimonio, Francisco Javier Danzell
Amor indicó que hace cinco años sufrió un
infarto y en el INNN le salvaron la vida, sin
embargo, no puede caminar bien. Su hija señala
que él fue detectado seis horas después del
infarto.
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