Por
unanimidad, el Senado de la República aprobó dos
reformas a la Ley de Aguas Nacionales, a fin de
regular la desalinización de agua de mar y su
aprovechamiento agrícola, doméstico e
industrial.
En el primer dictamen, que fue aprobado con 88
votos a favor, las y los senadores precisaron en
el artículo 3 de este ordenamiento, que el
proceso de desalinización consiste en “quitar la
sal del agua de mar o de las aguas salobres,
mediante métodos físicos o químicos, para
hacerlas potables o útiles para otros fines”.
Además, con 87 votos favor, avalaron cambios al
artículo 17 de la Ley, para establecer que la
desalinización de las aguas marinas interiores y
del mar territorial, estará libre de concesión,
siempre y cuando sean destinadas para uso
agrícola y doméstico.
En el caso de que la explotación y
aprovechamiento en actividades industriales, se
aclara en este dictamen, sí es necesario contar
con la concesión correspondiente.
También señala que la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales, y la Comisión
Nacional de Agua, estarán a cargo de la
supervisión y monitoreo del proceso de
desalinización; así como del manejo y
disposición de las aguas residuales.
Al presentar los proyectos, el senador Ovidio
Peralta Suárez recordó que México cuenta con 11
mil 122 kilómetros de costas y que el territorio
nacional bordea los océanos Atlántico y
Pacífico.
Sin embargo, el legislador de Morena explicó
que, debido a los altos niveles de sales
disueltas, no se puede utilizar para el consumo
humano.
En ese sentido, destacó que, gracias a los
avances tecnológicos, se han desarrollado
procesos para aprovechar las aguas marinas, como
la desalinización, la cual coadyuva a que dicho
recurso esté en condiciones de ser aprovechada.
Peralta Suárez señaló que la ley menciona en
diversos artículos el proceso de desalinización,
pero no precisa en qué consiste; por ello, el
objetivo es asentar con claridad que se trata de
“quitar la sal del agua de mar o de las aguas
salobres, mediante métodos físicos o químicos
para hacerlas potables o útiles para otros
fines”.
Por su parte, el senador Rafael Espino de la
Peña, reiteró que se trata de un recurso vital,
finito y que debe ser tratado como un asunto de
seguridad nacional, tal y como lo dispone la ley
en la materia.
En ese sentido, recordó que gran parte de los
problemas hídricos y energéticos que nos
aquejan, se presentan por falta de mecanismos y
metodologías adecuadas, así como falta de
claridad en los términos normativos.
El legislador de Morena dijo que al definir la
“desalinización” en artículo 3 de la Ley de
Aguas Nacionales, se otorgará mayor claridad a
la actividad y generará certidumbre a las
inversiones que hoy se llevan a cabo en diversos
puntos de México, incluso, dijo, alentará
proyectos futuros.
Su compañero de bancada, Ricardo Velázquez Meza,
resaltó que la desalinización es una alternativa
para el suministro del agua potable para la
población. Además, llamó a aprovechar los
avances tecnológicos y emplearlos para
desalinizar agua de las costas mexicanas.
Los dos proyectos fueron enviados a la Cámara de
Diputados para su análisis y dictamen
correspondiente. |