Explica que la prevalencia
varía por regiones; por ejemplo, en las zonas de costa del
sureste mexicano existen más casos, cerca del 10 por ciento de
la población.
“A nivel del mar tienen un ambiente húmedo y favorece el
desarrollo de más partículas conocidas como alergenos que cuando
las respiran personas susceptibles, descontrolan la enfermedad”,
explica con motivo del Día Mundial del Asma, que se conmemora el
primer martes del mes de mayo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta
enfermedad se caracteriza porque las vías que conducen el aire a
los pulmones se estrechan debido a la inflamación y la
compresión de los músculos que rodean las vías respiratorias
finas. Esto genera tos, sibilancias, disnea -sensación de falta
de aire- y opresión torácica.
Los síntomas son intermitentes y los factores que agravan la
enfermedad varían de un individuo a otro, entre los cuales se
encuentran: el polvo, humo, gases, cambios meteorológicos,
pólenes, pelaje y las plumas de animales.
El experto universitario explica que, en términos generales, hay
dos momentos de mayor riesgo para el descontrol de este
padecimiento: las temporadas de alta contaminación ambiental y
las de humedad y/o lluvias.
Cerrar brechas
En el mundo hay aproximadamente 262 millones de personas con
asma, de acuerdo con la OMS. Se estima que en 2019 causó cerca
de 461 mil muertes, 80 por ciento ocurrieron en naciones de
ingresos bajos y/o medios bajos.
Por ello, este año, en el Día Mundial del Asma, las agrupaciones
dedicadas a la atención de este problema de salud trabajarán en
torno al lema “Cerrar brechas en la atención del asma”, a fin de
alzar la voz para mejorar la atención de los enfermos, procurar
un diagnóstico temprano, utilizar adecuadamente las pruebas
diagnósticas y favorecer el acceso a los diferentes medicamentos
que existen, agrega Salas Hernández.
Además, se promoverá la educación de los enfermos, sus familias
y el personal de salud. El experto también resalta que es
importante evitar conceptos erróneos como que es propia solo de
los niños, que es de origen infeccioso y representa limitaciones
para realizar actividades comunes como el ejercicio; un enfermo
controlado puede llevar una vida normal.
“La realidad es que el asma puede afectar a personas de
cualquier edad, incluyendo ancianos; las infecciones no son su
causa, pero sí la descontrolan y un enfermo de asma puede
realizar ejercicio sin problemas”, asevera.
El académico de la UNAM llama a promover la atención médica
adecuada desde la medicina familiar hasta la alta especialidad;
el uso de los medicamentos por vía inhalada.
Acceso a tratamientos
La OMS también refiere que no tiene cura, pero un tratamiento
adecuado con medicamentos inhalados puede ayudar a controlar la
enfermedad. Hay pacientes que pueden requerir usar inhalador a
diario y su tratamiento dependerá de la frecuencia de los
síntomas y de los distintos tipos de inhaladores disponibles.
Existen dos principales: los broncodilatadores (como el
salbutamol), que liberan las vías respiratorias y alivian los
síntomas; y los esteroides (como la beclometasona), que reducen
la inflamación de las vías respiratorias, lo que mejora los
síntomas del asma y disminuye el riesgo de ataques graves y de
muerte.
Sin embargo, reconoce el organismo internacional de salud, en
numerosos países el acceso a estos es un problema. En 2019, en
los de ingreso bajo solo la mitad de las personas asmáticas pudo
contar con un broncodilatador, y menos de una de cada cinco tuvo
acceso a un inhalador de esteroides en los establecimientos de
atención primaria de salud.
El primer Día Mundial del Asma se celebró en 1998, en más de 35
países, de manera paralela con la primera Reunión Mundial sobre
el Asma efectuada en España. Cada año la participación aumenta
y la efeméride es una fecha para educar y concientizar sobre
esta afección.
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